Cómo un Manufacturing Execution System (MES) puede cerrar la brecha de productividad en Latinoamérica
- Francisco Vergara Cruz
- 19 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 sept

En Latinoamérica, la productividad en empresas manufactureras es, en promedio, 40% más baja que en los países de la OCDE. Esta diferencia no es un simple dato técnico: implica menos empleos de calidad, menos crecimiento económico y menos oportunidades para millones de personas en nuestra región.
El desafío de la productividad
Durante décadas, la región ha enfrentado un problema estructural: bajos niveles de digitalización y automatización en la cadena productiva. Aunque muchas empresas han dado pasos hacia la implementación de ERPs para gestionar la información administrativa, la realidad dentro de la planta —el corazón productivo— sigue operando con limitaciones.
Esto se traduce en falta de visibilidad en tiempo real, decisiones basadas en datos incompletos y ciclos productivos más largos de lo necesario. En un mercado global cada vez más competitivo, esta brecha representa un costo enorme.
La respuesta de mercados avanzados
En Estados Unidos y Europa, la industria ya identificó este problema y desarrolló los Manufacturing Execution Systems (MES). Estos sistemas permiten:
Planificar la producción de manera dinámica.
Controlar en tiempo real lo que ocurre en la planta.
Medir y mejorar continuamente la eficiencia de cada proceso.
El resultado ha sido mayor competitividad, reducción de costos y procesos más sostenibles. Sin embargo, en Latinoamérica, la adopción de MES ha sido muy limitada.
¿Por qué no se adoptan masivamente en la región?
Los motivos son claros:
Altos costos de implementación.
Tiempos prolongados para desplegar la solución.
Dependencia de consultores extranjeros o desarrollos internos, ambos caros y poco adaptados a la realidad local.
El efecto es que más del 90% de las empresas manufactureras de la región quedan excluidas de esta tecnología.
Una oportunidad para transformar la industria
En Omniscient creemos que esta brecha no debe ser permanente. Por eso creamos FactoryOS, un MES diseñado para ser accesible, rápido de implementar y adaptado a la realidad latinoamericana.
Ya estamos trabajando con empresas de sectores como alimentos y energía, ayudándolas a ganar eficiencia, reducir tiempos de ciclo y tomar decisiones basadas en datos en tiempo real.
Cada hora ahorrada en planta, cada ciclo optimizado, representa más productividad para las empresas y más valor que regresa a las personas y a los países. Y también significa menos desperdicio y menor impacto ambiental.
Conclusión
La baja productividad en Latinoamérica no es un destino inevitable: es un desafío que puede abordarse con herramientas adecuadas. Democratizar el acceso a sistemas como un MES es un paso clave para que nuestra región sea más competitiva, justa y sostenible.